Privatrizar la Justicia

19 abril 2008

Una de las creencias más arraigadas en el mundo occidental es la de que las leyes y el Estado nacieron juntos y morirán juntos. En otras palabras, la creencia de que sin un Estado que administre la justicia y la función policial, la sociedad acabaría sumiéndose en el caos y en la violencia, esto es, en la hobbesiana guerra de "todos contra todos". Bruce L. Benson, profesor de Economía en la Universidad del Estado de Florida y asiduo colaborador del Pacific Institute of Public Policy de San Francisco, cuestiona sistemáticamente este planteamiento en su obra The Enterprise of Law, cuya versión española ha sido publicada recientemente por Unión Editorial con el título "Justicia sin Estado".

La principal herramienta de análisis es el estudio de los incentivos que instituciones o circunstancias particulares ofrecen a las personas, quienes se adaptan a ellos para alcanzar sus propios fines; y el concepto fundamental sobre el que está construida esta obra es el de "orden espontáneo", es decir, no es necesario un "ordenador" para que exista un orden social, antes al contrario. Como Hayek puso de manifiesto, la Historia y la experiencia demuestran que los intentos de organizar la sociedad conforme a un plan preconcebido acaban en catástrofe; porque no hay plan, por detallado que sea, que pueda contemplar la inabarcable complejidad de las relaciones humanas.

Benson sostiene que el origen del verdadero Derecho hay que buscarlo en la interacción social, basada en la voluntariedad en los intercambios, la reciprocidad en los actos y el respeto mutuo, lo que da lugar a un sistema de expectativas acerca de los comportamientos de los miembros de la sociedad. En definitiva, el verdadero Derecho nace de la costumbre, porque la costumbre ha ido condensando a través del tiempo ese sistema de expectativas, aceptado voluntariamente por todos, porque a todos beneficia. Esta es precisamente la razón de la obligatoriedad de la Ley. Los sistemas consuetudinarios se suelen caracterizar por el respeto por la vida, la libertad, la dignidad y la propiedad. Las disputas se resuelven por arbitraje y los jueces, elegidos por acuerdo entre las partes, suelen ser personajes influyentes y respetados en la comunidad. La función policial la ejercen los clanes o las asociaciones voluntarias de protección mutua, y la indemnización a la víctima por parte del agresor es el núcleo de todo el sistema jurídico. El crimen se entiende como una ofensa a una persona concreta, no a la "sociedad", por lo tanto, no existen los delitos sin víctima, presentes en todos los sistemas autoritarios de derecho, especialmente en los totalitarismos.

El Derecho autoritario, en oposición al consuetudinario, tiene su origen en la guerra y la violencia, esto es, en el deseo de poder de reyes y gobernantes, que utilizan el Derecho como fuente de ingresos y como vehículo para afirmar su dominio. Los sistemas autoritarios se caracterizan por la marginación de la costumbre, por el olvido de la víctima, por la creación de una maquinaria de transferencias de renta y por el colectivismo y la propiedad pública. La legislación suele ser el resultado de las presiones que los grupos de intereses ejercen sobre los gobernantes. No hay que olvidar que las doctrinas de Kelsen, principal teórico moderno del Derecho autoritario o positivo, justificaron tiranías como la de Hitler o Stalin. Todo esto trae como resultado la amoralización general de la sociedad, tan característica de los sistemas colectivistas y totalitarios.

Benson analiza las consecuencias del monopolio estatal sobre la justicia: lentitud, utilización política de la legislación y la judicatura, falta de flexibilidad ante los cambios, falta de claridad en las sentencias, multiplicación de los litigios... En cuanto a la policía, al ejercer el monopolio de la defensa ante las agresiones en régimen de bien público, siempre se enfrenta a un exceso de demanda de sus servicios, lo que posibilita la corrupción y la persecución selectiva de los delitos. Las causas hay que buscarlas en el sistema de incentivos a que se enfrentan los funcionarios de la justicia y del orden público. La policía tenderá a descuidar la prevención del crimen, actuando sólo cuando el delito ya ha tenido lugar, puesto que su prestigio y presupuesto dependen directamente del número de detenciones. Los fiscales tienden a negociar las sentencias para elevar su currículo de condenas, fuente de su prestigio. En general, los funcionarios de la justicia y del orden público tenderán a perseguir sus intereses personales o corporativos, en detrimento de los intereses de las víctimas de los delitos. Como consecuencia de ello, en muchas ocasiones el delincuente no recibe la sanción o el castigo que merece, por lo que la criminalidad se dispara.

En opinión del autor, la solución a la ineficacia jurídica y policial es devolver al ciudadano el protagonismo en la lucha contra el crimen, recurriendo a la autodefensa (derecho a portar armas) o a la contratación privada de seguridad, así como en la generalización de los sistemas privados de arbitraje, que tan buenos resultados han dado siempre en la esfera del Derecho mercantil internacional, donde nunca ha sido necesaria la intromisión de los estados para resolver las disputas.

Benson aclara todas las dudas que pueden plantear los sistemas de administración de justicia y policía privados, aunque mantiene una actitud prudente en su valoración global. Quizá no sea posible excluir completamente al Estado, pero no hay que olvidar que el Estado difícilmente se mantendrá permanentemente dentro de los límites fijados por las constituciones. La constante erosión de la libertad individual que la constitución norteamericana garantizaba cuando se promulgó, a finales del siglo XVIII, es un buen ejemplo.

El autor apoya sus conclusiones en una abundantísima y documentada colección de ejemplos reales, así como en una vasta bibliografía. Como toda obra dedicada a combatir dogmas o creencias muy arraigadas, su lectura no dejará a nadie indiferente.

Por Jesús Gómez Ruiz

Los gurús del cambio climático rectifican: no hay relación entre huracanes y calentamiento

18 abril 2008

Uno de los más influyentes científicos sobre el cambio climático ha dado marcha atrás. Kerry Emanuel afirmó en 2005 que el aumento de la intensidad de los huracanes a lo largo de los últimos 30 años estaba relacionado con el temido calentamiento global. Tres años más tarde, Emanuel acaba de publicar un nuevo informe en el que contradice su tesis: o bien el creciente poder destructivo de los huracanes “no tiene mucho que ver con el cambio climático”, o bien los modelos que emplea el IPCC no reflejan la realidad.

El científico Kerry Emanuel, uno de los autores más citados a la hora de analizar los efectos del cambio climático, publicó en 2005 un estudio en la prestigiosa revista Nature en el que demostraba un notorio aumento de la intensidad de los huracanes a lo largo de los últimos 30 años. Entonces, apuntó que la causa de este fenómeno se debía al calentamiento global.

Sin embargo, dicha relación causa-efecto se acaba de desvanecer tras la elaboración de su nuevo trabajo, publicado en la revista de la American Meteorological Society. Él mismo se ha sorprendido del resultado: Los modelos econométricos empleados por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC) difieren de la “realidad que nos está mostrando la naturaleza”, o bien el aumento del poder destructivo de los huracanes a lo largo de los últimos 30 años “no tiene mucho que ver con el calentamiento global”, según señala en un entrevista en el New York Times.

De hecho, el nuevo informe de Emanuel, investigador del Massachusetts Institute of Technology, establece una nueva técnica para predecir la actividad futura de los huracanes. Su conclusión resulta sorprendente ya que, “incluso en un escenario de calentamiento global dramático, la frecuencia e intensidad de los huracanes no aumentará sustancialmente durante los dos próximos siglos”.

Así, dicho trabajo, recogido en el blog desdeelexilio, echa abajo uno de los mayores mitos sobre el temido cambio climático. Y es que, el propio Al Gore ha insistido en la tesis de que la temida subida de temperaturas potenciará, en gran medida, los fenómenos más destructivos de la naturaleza.

Sin embargo, los últimos datos existentes al respecto, nuevamente, contradicen el temido Apocalipsis climático defendido por los ecologistas, los científicos del IPCC, y el propio Gobierno de España: 2007 cerró como la campaña de huracanes de menor intensidad destructiva desde 1977 en el hemisferio norte, y como una de las cuatro de más baja intensidad desde 1958.

Son modelos de predicción
Por otro lado, el jefe científico del Servicio Meteorológico británico (Met Ofiice) acaba de reconocer que “el calentamiento del planeta en el siglo XX sólo es posible atribuirlo a la interferencia humana usando modelos numéricos del clima”. Es decir, hoy por hoy, no existen datos científicos recogidos en la vida real que permitan establecer tal relación causal. De ahí que el IPCC hable en sus informes de “predicciones” y “escenarios”, afirma.

Y es que tales modelos emplean como variables centrales el CO2 y la evolución de la temperatura, sin tener en cuenta otros factores que también pueden incluir en el clima, según aseveran los propios científicos.

El mundo al revés

16 abril 2008

Por David Fischman. Ingeniero*

Imagine un mundo donde el Estado es dueño de todo: casas, autos, bodegas, hoteles, incluso de los puestos ambulantes. Imagine un mundo donde las personas reciben un sueldo de diez dólares al mes para alimentar y vestir a su familia. Imagine un mundo donde las propinas que los extranjeros otorgan son mayores al salario de un mes. Imagine un mundo donde las personas pueden estudiar gratuitamente en la universidad, pero luego no reciben un salario mejor que el de personas sin preparación. Imagine un mundo donde la salud es gratuita, pero donde los hospitales no tienen medicinas. Si ese mundo existiera, sería el mundo al revés. Este mundo existe y se llama Cuba.

Recientemente viajé a Cuba para dictar una conferencia y conversar con cubanos para intentar entender su peculiar sistema de vida. Un cubano no profesional gana diez dólares al mes y recibe una canasta familiar que contiene todo lo que, supuestamente, necesita para vivir. Pero la canasta es mínima y no dura todo el mes. Los pobladores compran lo que les falta en el mercado negro, donde se consigue de todo: aceite, granos y pasta de dientes, entre otros artículos, pero a un precio igual o mayor que en otros países. ¿De dónde viene el mercado negro? El mercado negro se alimenta de los robos que hacen los mismos cubanos al sistema. Por ejemplo, una persona que trabaja en una ferretería (estatal) logra robar una lata de pintura y la vende. O un taxista roba un galón de gasolina del auto (estatal) que maneja, y luego lo vende.

Como el Estado prohíbe el emprendimiento en la isla, los mismos cubanos tienen que ser emprendedores robando y rompiendo sus valores para sobrevivir.

Uno de mis amigos conoció a un taxista que era físico nuclear, quien a pesar de su preparación trabajaba de taxista. Su explicación nos sorprendió. Un taxista de turismo en Cuba gana diez dólares al mes, pero puede recibir cien dólares al mes en propinas de turistas. Se convierte en uno de los mejores sueldos pagados de la isla, considerando que un médico recibe un sueldo de treinta dólares al mes.

Recientemente, Raúl Castro levantó algunas prohibiciones. Ahora todos pueden hospedarse en hoteles, comprar electrodomésticos y hasta motos. ¿Pero quién en Cuba puede comprarse una moto que cuesta 900 dólares? Cuba, a pesar de ser una sociedad comunista donde no existen diferencias, presenta grandes diferencias. Los cubanos que reciben divisas de sus familiares de otros países pueden vivir bien en la isla, pueden comprar los alimentos y artefactos que su familia requiere. Por otro lado, los que no tienen a nadie afuera tienen que sobrevivir, literalmente.

Le pregunté a un taxista: "Si viniera un nuevo gobernante a la isla, ¿qué le gustaría que cambiara?" Su respuesta fue: "Nada. Tengo mi familia, el amor de mis hijos, me puedo dedicar a ellos, mal que bien tengo comida y una casa. No necesito nada más". Le pregunté, "¿Y no le gustaría tener más libertad para elegir la vida que desea tener, para recibir un salario decente y poder comprarse lo que quiera, para poder decir lo que piensa sin temor, para viajar a donde quiera?" Pero él me respondió: "Señor, tengo 37 años, nací en la revolución y nunca he conocido la libertad".

Ante esta tragedia, existe esperanza. El ego de Fidel jamás le hubiese permitido cambiar y evidenciar que estuvo equivocado en su lucha contra el mundo por 50 años. Sin embargo, Raúl Castro, el nuevo dictador, no tiene su ego comprometido en la revolución y desea mejorar la calidad de vida de la isla. Esperemos que tenga el coraje de cambiar este mundo al revés.

* UPC



Fuente: Elcomercio.com.pe

Pero Perón

15 abril 2008




Porque parte de la política es el humor político, la hace más entretenida

¿Fue Perón un dictador?¿Fue un lider democrático?

Desde Perfil.com y el nuevo blog de Perón donde manda una Carta abierta abierta a Los Simpsons leo en uno de los comentarios sobre que Perón entró con el 60% de los votos ¿Y eso que? Eso expresa claramente dos cosas, uno, que era democrático ya que uso la democracia para entrar, y dos, que con la democracia, cuando es popular, la mayoría puede votar (En este caso el 60%) por quién sea y en este caso fue por Perón.

Como "mejorar" el Socialismo

¿Qué podemos hacer los liberales ante tanto izquierdismo? ¡Unirnos a la tendencia ideológica de moda, y proponer alternativas que contribuyan a “mejorar” el socialismo!.

Sres.

Presente

A continuación un humilde aporte de mi persona para la construcción del socialismo del siglo XXI. Sabemos muy bien que este debe enmendar los errores de su antecesor, el del siglo XX, tal como lo propuso nuestro presidente Hugo Chávez Frías en su discurso de la unidad. No podemos repetir las equivocaciones del pasado, ni aplicar dogmáticamente las recetas de Marx. Sigamos el ejemplo del camarada Lenin, quien fue bastante pragmático, y aplicaba ciertas ideas marxistas en la realidad, para luego comprobar si estas funcionaban o fallaban.

La “Nueva política económica”, aplicada por Lenin en 1921, es un ejemplo de lo dicho anteriormente. Tras comprobar como el exceso de intervención estatal en la industria y el comercio eran remedios peores que la enfermedad, Lenin optó por permitir el desarrollo libre de la industria y el comercio, recuperándose Rusia económicamente.

Posteriormente Stalin haría lo contrario, volvería al control total del Estado. El sistema stalinista sólo pudo funcionar a costa de la esclavitud de millones de seres humanos. Esa es una falla que debemos corregir: no podemos implementar un socialismo basado en la opresión. Recordemos que la concentración de poder (en un grupo o persona) deriva en abuso de poder, independientemente de si el gobierno es electo democráticamente o no.

Por otra parte, otra equivocación del viejo socialismo fue su tendencia a eliminar la propiedad particular de los medios de producción, concentrándola en el burocratismo estatal de corruptelas y privilegios, en lugar de desarrollarla de la forma más amplia, abierta, voluntaria, colectiva, sin traba alguna a las formas de integración de cada individuo en los diferentes colectivos productivos. Un ejemplo bastante lamentable lo tenemos en Camboya, país el cual se convirtió en un inmenso campo de concentración, con un gobierno que arrebató violentamente la propiedad particular a su pueblo. Menos radical fue en Europa Oriental, región en esta no se eliminó por completo. Por otra parte, países socialistas como Yugoslavia, tuvieron una economía más descentralizada y un mayor índice de propiedad particular, lo cual se traducía en un nivel de vida superior al de la Unión Soviética, por ejemplo.

El socialismo nuevo debe plantearse, entonces, nuevas alternativas. Debe basarse en los deseos de las personas. La libertad plena sólo puede existir si hay, por ejemplo, acceso a una amplia variedad de productos, destinados a satisfacer los gustos y deseos particulares de cada individuo. Para que todos esos deseos, por demás legítimos, sean compensados, deben existir productores independientes del Estado, quienes, al detectar las necesidades particulares y generales de la gente, busquen satisfacerlas. La libertad plena sólo se manifiesta a través de la libertad de elección, garantizada ilimitadamente por esas reglas generales, aplicadas a todos por igual, y que sin interferir en las opciones individuales evitan robo, fraude y violencia. Todo ello resultaría verdaderamente revolucionario en un país como Venezuela, en donde siempre hemos tenido libertades limitadas.

No obstante , esas no son nuestras únicas propuestas que tenemos para el socialismo del siglo XXI. Debemos evitar el cometer otra gran equivocación típica del socialismo del siglo XX: la falsa creencia según la cual “estatizar” es darle al pueblo el control de los medios de producción. No podemos confundir “pueblo” con “Estado”. Nosotros no somos el Estado. No debemos seguir cayendo en ese error. Al pueblo lo que es del pueblo, y al Estado lo que es del Estado. Debemos crear un socialismo en el cual los medios de producción sean de la gente, y no de quienes administran el gobierno, porque eso sería crear un monopolio y ceder nuestro derecho a la autodeterminación económica. Debemos establecer un socialismo sin monopolios de ningún tipo. Es nuestro deber luchar por apropiarnos de los medios de producción, de manera limpia, sin agresión, y sin esperar que el Estado nos de lo que nos pertenece.

Por otro lado, sabemos que socialismo no es, necesariamente, control estatal, sino también sinónimo de colectivismo, y las cosas se pueden “colectivizar” sin ayuda del Estado, como sucede en el anarquismo o “socialismo libertario”. Todo ello puede ser mejor al control estatal de los medios de producción, pero el colectivismo extremo nos puede convertir en un enjambre de hormigas, además de imponer una paradójica dictadura de las mayorías. Seamos “humanistas” y no “hormiguistas”. Una democracia directa en donde el colectivo oprime a las minorías atenta contra la libertad. No importa si hay un “sistema de organización horizontal”.No obstante, el colectivismo puede aceptarse con las siguientes condiciones: 1) Que no se imponga la uniformidad como virtud 2) Que no se suprima al individuo 3) Que todos seamos parte de un equipo si así lo queremos, y no esclavos del equipo por obligación 4) Que se recompense a quien sobresalga. Sólo así lograremos producir más y no sólo “lo necesario”. No tiene sentido distribuir equitativamente lo poco que se produce, porque la idea es producir mucho, generar abundancia.

Ese es el socialismo que yo quiero. Un socialismo en donde el Estado no se convierta en una traba para el ciudadano común que quiere elevar su nivel de vida. Un socialismo en donde los ciudadanos, y no el Estado, sean dueños de los medios de producción, ya que cada ciudadano conoce mejor sus intereses personales. Un socialismo en donde se respete la propiedad, que es una característica del ser humano, y en donde todos seamos propietarios. Un socialismo en donde todo el mundo pueda acceder sin obstáculos a las riquezas sin que estas se concentren en el gobierno o en reducido grupo económico que negocia con el. Quiero la liberación del espacio radioeléctrico, para que las señales de radio y televisión no pertenezcan al Estado sino a la gente. Quiero una acción en PDVSA y la posibilidad de elegir su junta directiva si es necesario. Quiero que se eliminen la mayoría de los impuestos, ya que estos sólo sirven para pagarle el sueldo a unos burócratas cuyo trabajo es ¡cobrar impuestos!. Quiero que se eliminen los aranceles de importación, porque así los productos extranjeros serán más baratos en nuestro país, y eso nos beneficia, pues, hay cosas que no producimos. Quiero que se incentive la creatividad, porque esta genera más riquezas que los recursos naturales mismos. Quiero menos poder concentrado en una sola persona o en el gobierno, porque sino es menor el poder de la gente común. Eso es lo que quiero, un "socialismo" inédito, nunca antes visto, carente de autoritarismo y uniformidad social. Eso es lo que quiero… ese es mi aporte al “Socialismo del Siglo XXI”. Espero lo tomen en cuenta. Me despido.

Atte


SIN PALO NO HAY PARO

Esta Frase refleja mi primera impresión del paro convocado para el día de hoy, por un personaje ya conocido en Iquitos, no precisamente por sus buenos logros para toda la ciudadanía iquiteña sino por convocar a paros, paro por aquí paro por acá, el señor Manuel Coronado secretario general de la CGTP quien convocó a una paralización en protesta al alza de los precios de los productos y a la pronta liberación de los indígenas aún recluidos en el penal,
Los señores periodistas comentan sus primeras impresiones en sus medios de comunicación y algunos dicen que este paro fue parcial, ¿Cómo comprueban con exactitud esa afirmación? Otros que se sintió, otros que en un 90%, todos dicen de acuerdo a sus valoraciones pero para mi no hubo nada de paro porque pude transportarme sin problemas a pesar de que el motocarrista quizo cobrarme más de lo normal pero felizmente existe la ley de la oferta y la demanda (gracias Miriam Ortiz). Solo intentos de enfrentamientos en algunos puntos de la ciudad.
Lo característico de este tipo de movilizaciones es lo que me motiva a escribir, desde que empecé a ver las llamadas “protestas” o “medidas de lucha” siempre debe estar sazonado con lo siguiente, sino no es un paro:
Romper botellas de su cerveza favorita en plena pista a las doce de la noche del día anterior a la fecha programada para el paro y de esta manera jugarse una pichanguita futbolera en el barrio durante la realización del paro.
Botar desperdicios que no pudieron ser llevados por el camión recogedor de basura (que pasa a plena luz del día).
Quemar una llanta en plena pista y si el humo, que es tóxico por supuesto, llega a los pulmones de quienes libremente ejercen su derecho a trabajar y no “parar” mucho mejor.
Poner rostro, al más puro estilo actoral, “de luchador social”, afligido y entristecido por el sufrimiento del pueblo.
Discrepar y tratar de desaparecer a quienes no piensan como ellos, suena fuerte, pero así es.
Salir como personaje combativo a todos los medios de prensa posible, si es por señales de humo mucho mejor, todos tienen que saber que se está “luchando”.
Ah, y lo más importante, si vas a acudir a la marcha de protesta con los policías al costado tuyo, no olvides llevar el elemento más importante EL PALO.
Siempre me pregunté ¿Para que llevar un palo?`, en mi condición de artista del teatro me imagino a gente que busca protegerse de algo, violencia, o tal vez publicidad para que cada ciudadano o los niños cuando quieran reclamar algo a alguien lo hagan usando un palo, creo que hay un complejo, esa es la imagen que más tengo en mí de los llamadas “luchas de protesta”.
Finalmente, económicamente hablando, ¿Sus resultados son favorables para todos los ciudadanos sin excepción? .
¿Tiene sentido sembrar violencia para exigir o reclamar?.
No sería extraño que mas adelnate aparezca un político en algún cargo público erigiendo un monumento (con nuestro dinero) al "luchador" con un palo en sus manos.
No olvidemos que la violencia sólo engendra violencia.


Gracias a el Rúben : Ruben Manrique

Sobre bullshit y commodities

05 abril 2008

“El problema inflacionario”, escribe el profesor Renzo Jiménez, de la Pontificia Universidad Católica del Perú, en una carta al diario Gestión, “se exacerba cada vez más”. Continúa diciendo: “A diferencia de épocas pasadas, en el Perú esta vez el problema no es el exceso de soles, sino el exceso de dólares. Debido a problemas internos de los Estados Unidos, su banco central está y seguirá inundando de dólares el mundo. Esta es la razón —sentencia el profesor— por la que los precios en dólares en todo el mundo vienen y seguirán subiendo, y por esta misma razón el tipo de cambio del dólar frente a las demás monedas viene y seguirá cayendo”. [25/marzo/2008, pág. 30]

“Bullshit” es una de esas palabras que, en el idioma de Shakespeare, relaciona con exactitud la significación del vocablo con su característica fonética. Curiosamente, en castellano no existe una equivalencia lingüística que logre captar la esencia de esta gran expresión. En algunos diccionarios se traduce como ‘tonterías’, o ‘sandeces’, y hasta ‘gilipolleces’. Y no se va más allá. Pero bullshit es mucho más: trasciende lo escatológico y metafísico, y denota todas aquellas afirmaciones que son incorrectas, engañosas o abiertamente falsas.

Gran parte del ‘problema inflacionario’ en el Perú —aseguran algunos aficionados al comentario que pasa por económico y que se reduce a transcribir lo que otros dicen— es importado. ¿Conque así es? Curioso: lo mismo dicen en Chile, en Estados Unidos, en China, en Vietnam, en Argentina, en Venezuela, en Bolivia, en Bora Bora, en Burkina Fasso… Pero si en todos lados la inflación es importada, ¿qué país la está exportando?

En el Perú, el aumento en el nivel de precios se ve reflejado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el cual tiene un componente “interno” (con una ponderación de 88% en el total) y uno “importado” (un 12% del IPC total). Pues bien, según datos que se pueden encontrar en la página web del centralísimo Banco Central de Reserva del Perú (BCR), en los últimos cuatro años un 80% del aumento en el nivel de precios se debe al IPC interno. Sí, interno. Es decir, sólo un 20% es importado. La inflación es, pues, local —como en el resto de países—. Dicen bullshit quienes por no investigar se convierten en caja de resonancia de las dobleces del BCR.

También se aduce que los precios de los commodities suben y suben y suben porque el dólar cae, cae y sigue cayendo. A esto alude el profesor Jiménez cuando asevera que “los precios en dólares en todo el mundo vienen y seguirán subiendo”. Pero de enero del 2005 a marzo del 2006, el índice del dólar, que establece una relación cambiaria entre esta moneda y las cotizaciones ponderadas de las monedas de los principales socios comerciales de los Estados Unidos, se apreció en un 15%, y eso no impidió que aumente el precio del oro y del petróleo en un 50%. Si hay una relación inversa entre la fortaleza del dólar y el precio de los commodities, ¿qué hizo que ésta se quiebre? Sobre eso deberían teorizar los supremos analistas. Una vez más: This is bullshit!

En los últimos años, los precios de los commodities han estado aumentando en relación a todas (sí, todas) las monedas del mundo. Esto es consecuencia del decreciente poder adquisitivo de éstas, el cual, a su vez, se debe al hecho de que los bancos centrales están haciendo un creciente uso y abuso del poder monopólico que sobre la creación de dinero tienen (poder, por cierto, que bajo el patrón oro era limitado —algo que Keynes nunca toleró, y de ahí que considerara al oro una “reliquia barbárica”—). Pues bien, en los últimos catorce meses, el índice Reuters-CRB, que agrupa a diecisiete commodities (todos con igual ponderación), aumentó 40% en dólares, 14% en euros, y 15% en yenes. En relación al oro, sin embargo, este índice no se ha movido, no ha ganado ni perdido su valor. Ello confirma que son las monedas las que van por el despeñadero. And that’s not bullshit!


Charles Philbrook, Economia & mercado

Guatemala: La principal causa de la inflación

04 abril 2008

Guatemala: La principal causa de la inflación

Por Ramón Parellada
Siglo XXI

La definición más común de la inflación es la de un aumento general y sostenido de los precios medidos a través de un índice, el IPC (Índice De Precios Al Consumidor). Sin embargo, esta definición basada en una sola de sus muchas consecuencias ignora, a mi juicio, la principal causa de la misma que es la creación de dinero más allá de su demanda no causada por el mercado.

Esta segunda definición es la de la Escuela Austriaca de Economía.Dado que hoy en día la creación de dinero es un monopolio de los Bancos Centrales, entonces ellos son los principales causantes de la inflación. El propio Milton Friedman, de otra escuela económica, la de Chicago, reconocía que “la inflación siempre es en todas partes un fenómeno monetario”.

Por lo tanto, los aumentos en el petróleo, trigo, maíz y demás commodities no son inflacionarios. Tampoco lo es un aumento en los impuestos. Sin embargo, sí son reflejados en el IPC por la forma en que este se mide.

Tienen otros efectos que reflejan la escasez temporal de esos bienes en un momento dado con relación a los demás.

El Banco de Guatemala, al igual que cualquier Banco Central, es el principal causante de la inflación al crear dinero todos los años que sobrepasa el crecimiento económico y lo que la gente desea guardar, es decir, sobrepasa la demanda de dinero y esto implica inflación con sus consecuencias en la pérdida del poder adquisitivo del dinero (cada quetzal alcanza para comprar menos), distorsión de precios en general incluyendo la tasa de interés y de cambio, creación del temido ciclo económico, y la destrucción del ahorro y del ingreso de las personas.

El aumento en la cantidad de dinero suele medirse de diversas formas. Una de ellas es lo que se llama Base Monetaria (B), que mide lo que sale directamente del Banco Central al sistema y se llama creación primaria de dinero. Otra es M1, que se conoce como Medio Circulante y es la suma de B más los depósitos monetarios y una más es M2 conocida como Medios de Pago, que se define como M1 más los depósitos de ahorro. El crecimiento, de enero de 2000 a febrero de 2008, de B, fue de 252.5%, el de M1 fue de 285.86% y el de M2 fue de 290.9%. ¿No es esto suficiente prueba para demostrar que la principal causa de la inflación la provoca el Banco de Guatemala?

Mientras tanto la inflación medida como aumento del IPC varió en ese mismo período un 77.90%. ¿Por qué no tuvimos una inflación similar al aumento de la cantidad de dinero? Porque parte de esa tremenda emisión monetaria fue absorbida por el crecimiento poblacional, otra parte por el crecimiento económico del país y el resto está contenido en el mismo Banco de Guatemala, como OMAS (Operaciones de Mercado Abierto), a las que ahora se les llama Operaciones de Estabilización Monetaria. En Enero de 2000 había 3,499.6 millones de quetzales y a finales de febrero, esta cifra aumentó a 11,482.70 millones.

Está claro que el Banco de Guatemala tiene el monopolio y poder de crear moneda. Es el principal causante de la inflación y por consiguiente el que, bajo la regla actual, puede evitarla.

Ojalá que algún día nos demos cuenta de que los Bancos Centrales nos empobrecen, y optemos por una Banca Libre, que es el sistema, surgido espontáneamente, que protegió el poder adquisitivo de la moneda mucho mejor que ningún otro.