En esta sociedad es un mate de risa, los amos somos sirvientes y los sirvientes amos
Hemos llegado al extremo, tanto así que rendimos cuentas a un ente parecido a nuestra mucama
En esta sociedad aquellos a quienes pagamos por servirnos
Nos cobran por hacer bien su trabajo
Caso contrario no lo hacen o simplemente lo hacen mal
Nos dicen que hacer y como hacerlo
Nos obligan seguir sus reglas cuando nosotros deberíamos plantearles las nuestras
Es como si nuestra mucama nos dijera
“Deja de ensuciar que yo limpio” (pero te pago para eso)
“Comes demasiado a caso crees que no me canso de cocinar” (pero para eso te pago)
“Deja de caminar por la casa paras ensuciando el piso” (pero te pago para que barras)
“Ya mira si quieres que barra dame 100 soles mas” (pero ya te doy un sueldo)
Es absurdo ¿Verdad?
Es inaceptable ¿Verdad?
¿Creen que hablo incoherencias?
¿A caso es imposible?
¿Hablo de una dimensión paralela donde los sirvientes son amos y los amos sirvientes?
Pues señores lectores créanme no es nada alejado de la realidad, en esta sociedad nosotros los amos (el pueblo, todos los sectores, A,B,C,…,Z, sector productivo, empresarios, ricos, Medios y pobres, todos nosotros “LOS CONTRIBUYENTES”) Somos los amos, los patrones de todas esas absurdas entidades reguladoras como SUNAT, OCIPTEL, OSINERG, INDECOPI, en fin todas ellas son entidades creadas para (a parte de robarnos el dinero de nuestro bolsillo través de los impuestos) para servirnos, si para servirnos, quizás lo oyeron ates, pero, ¿lo han meditado? Señores sepan bien, ellos son sirvientes nuestros al igual que el estado en si mismo, nosotros somos los contribuyentes ellos comen de nuestra producción de nuestro esfuerzo, si pagamos 70% de nuestro sueldo(si señores 70% de nuestra plata se va en impuestos créanlo o no si ganasen 10000 soles al año 7000 se iría en impuestos) pues merecemos un mejor trato, es mas merecemos un servicio de primera, ¿acaso no lo pagamos?, ¿acaso no nos sacrificamos?, ¿acaso no lo hemos ganado con nuestro esfuerzo?
Pues señores los grandes “sabios” que son nuestros gobernantes creen que no, así que señores la próxima vez que vayan a una de estas innecesarias entidades exijan sus derechos ya que ellos comen gracias a su esfuerzo
El Amo Sirviente ó el Sirviente Amo
24 enero 2008!Proclamemos la LIbertad!
22 enero 2008!Proclamemos el Día de la Libertad!
La opinión de Oscar Vela en 21:58 0 opinan
Etiquetas: Liberalismo, Libertad, Peru
Los apuros de Perú para repartir su riqueza ilustran por qué los populistas siguen en boga
15 enero 2008Por Por Bob Davis
The Wall Street Journal
El gobierno de Perú tiene un problema que sería la envidia de muchos políticos: no puede gastar todo el dinero que tiene disponible. Cerca de US$3.000 millones se han acumulado en el banco estatal, una suma enorme para un gobierno con ingresos tributarios anuales de cerca de US$15.000 millones.
Las crecientes ventas de cobre, oro y gas natural están llenando las arcas de Perú con regalías e ingresos tributarios. Eso hace que se enfrente al reto que comparten muchos países en desarrollo que disfrutan del auge de los commodities: decidir qué es lo mejor que puede hacer con estas ganancias inesperadas.
Chile está ahorrando ingresos del cobre en un fondo que ha creado para "tiempos difíciles", cuando caigan los precios de las materias primas. Los países ricos en petróleo de Medio Oriente están comprando participaciones en empresas en Occidente. Venezuela vive una ola de importaciones, mientras Chad, un productor africano mucho más pobre, está malgastando sus ganancias a través de la corrupción.
El gobierno de Perú, país donde cerca de la mitad de la población vive en el umbral de la pobreza, dice que su prioridad es distribuir la riqueza. Eso supone una decisión tan política como económica. Países cercanos como Venezuela, Bolivia y Ecuador están gobernados por presidentes populistas porque los votantes rechazaron los políticos que eran vistos como amigos de las élites. En Perú, un candidato populista perdió por un estrecho margen en 2006.
"El tema principal en Perú", dice el ex primer ministro Pedro Pablo Kuczynski, "es cómo lograr que el dinero del gobierno llegue a la gente".
Desde 2002, la economía de este país montañoso de 29 millones de habitantes ha crecido a una robusta tasa de 5,9% al año. Pero, al igual que en muchas naciones pobres, las riquezas han ido a parar en su mayor parte a las manos de aquellos que trabajan en altas torres de oficinas y viven en los barrios residenciales. Mientras tanto, muchos en el interior del país siguen sin electricidad o un sistema decente de servicios sanitarios. Para reducir la brecha, Perú ahora divide su parte de los ingresos mineros y de gas natural entre el gobierno central y las zonas periféricas.
Sin embargo, muy pocos municipios rurales han utilizado el dinero de manera efectiva. Las normas del gobierno exigen que el dinero se invierta principalmente en infraestructura, lo que ha generado un miniboom de plazas de toros, estadios de fútbol y otros proyectos que logran votos para los alcaldes locales. Pero en realidad, la mayor parte del dinero permanece en el banco. En términos generales, dice el ministro de Minas Juan Valdivia, las localidades gastaron cerca de un tercio de lo que les correspondió en 2007.
Las normas peruanas están diseñadas para dificultar el gasto y así asegurar la disciplina fiscal, un recordatorio de su historia de hiperinflación, corrupción y centralización. Pocos alcaldes rurales y sus equipos de trabajo están preparados para el diseño de proyectos, presupuestos, ofertas competitivas o supervisión financiera.
Para reducir la brecha de conocimiento, el gobierno del presidente Alan García ha recurrido al sector privado, pero eso no ha ayudado mucho. La Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas ahora está reclutando a ex presidentes ejecutivos jubilados para que enseñen habilidades gerenciales en los municipios.
En 2006, el gobierno de García negoció una contribución "voluntaria" de la industria minera de US$800 millones durante cinco años (en vez de un impuesto sobre las ganancias extraordinarias) para ser gastada en proyectos rurales cerca de las minas. Como parte de su contribución, las minas de Buenaventura ayudaron a reconstruir escuelas en la región andina de Huancavelica.
La Corporación Financiera Internacional (IFC), del Banco Mundial ha preparado a empleados municipales en la población de Baños del Inca, cerca de una enorme mina de oro en la parte norte de los Andes, para que puedan usar software de presupuesto y de compras para cumplir con las normas del gobierno.
Los recursos del pueblo provenientes de su riqueza mineral se han disparado de US$1 millón a US$17 millones en los últimos cinco años y el dinero se está utilizando para mejorar los sistemas de irrigación y de aguas. Aún así, el pueblo sólo está gastando la mitad del dinero que tiene disponible, dice Javier Aguilar, un gerente de proyecto del IFC.
Ante la frustración, el gobierno de García está trabajando en un plan para gastar un tercio de los recursos mineros ya sea en cheques para los residentes rurales o en obsequios para las comunidades locales. El dinero de la minería "debería generar proyectos económicos alternativos", opina Javier Diez Canseco, un ex congresista de izquierda.
El Banco Interamericano de Desarrollo tuvo una idea más segura. En 2003, le pidió a Perú que depositara las regalías del gas natural en un fondo que sería manejado por una comisión independiente que revisaría solicitudes de financiación de grupos comunitarios y municipios. La idea era que el dinero llegara rápidamente a proyectos que valieran la pena y hubiera menos resistencia política. El Congreso de Perú rechazó el plan. El resultado: tras cinco años de auge económico, los pobres de las zonas rurales de Perú han visto muy pocos cambios en sus vidas.
La opinión de -Ushi- en 10:11 0 opinan
Etiquetas: Estatismo, Neoliberalismo, Peru, Pobreza, the Wall Sreet Journal Americas
Déjese que el mercado libre alivie los congestionamientos de tráfico
14 enero 2008Traffic_jamPor Gabriel Roth
Hartford Courant -
El Instituto Independiente
Según el Informe Sobre la Movilidad Urbana dado a conocer recientemente por el Texas Transportation Institute, el congestionamiento de las carreteras provoca actualmente que los trabajadores estadounidenses pasen en promedio una semana de trabajo adicional al año tan sólo sentados en sus automóviles.
En las ciudades grandes y pequeñas y en las intermedias, todos se quejan del tráfico, e medida que los autos obstruyen las atestadas autopistas. Miles de millones de dólares se siguen gastando en subsidios al tránsito, consultores, estudios, carriles especiales, nuevas tecnologías y otras esperadas panaceas, pero el congestionamiento, las demoras y la violencia vehicular persiste.
¿Existe alguna solución? ¿Estamos condenados a desperdiciar una buena parte de nuestras vidas atascados en el tráfico, solo para dirigirnos a nuestros empleos y regresar a casa por la noche?
La mala noticia es que no existe una solución perfecta. Demasiada gente deseando conducir automóviles en las mismas carreteras a las mismas horas del día siempre causará problemas.
Pero tal como importantes expertos del país explican en el libro del Independent Institute “Street Smart: Competition, Entrepreneurship, and the Future of Roads”, hay formas de morigerar estos problemas.
La mayoría de los sistemas carreteros de los Estados Unidos se asemejan a reliquias de la ex Unión Soviética: empresas socialistas dirigidas por planificadores bien intencionados sin consideración alguna por el establecimiento de precios y criterios de inversión que son los que permiten asignar los bienes y servicios en las sociedades libres. Los ciudadanos de Moscú lograron aliviarse de las colas para obtener alimentos mediante la abolición del socialismo. La economía de mercado podría de manera similar liberar a los usuarios de caminos del excesivo congestionamiento.
Si reconocemos al “espacio en los caminos” como un recurso escaso, el cobro de precios de mercado por este recurso, y la utilización de los ingresos para estimular la inversión en nuevas ampliaciones—tales como carriles adicionales o nuevas tecnologías para acelerar el tráfico, los cuellos de botella de las congestiones del pasado podrían ser reducidos.
El establecimiento de un precio por el uso de los caminos no es nada del otro mundo. Gracias a los recientes avances en la tecnología, a los usuarios se les puede cobrar electrónicamente sin que deban detener sus vehículos, y los cobros pueden modificarse según el lugar y la hora conforme cambien las condiciones del tráfico. Esto ha venido haciéndose desde 1995 en un tramo de 16 kilómetros en los carriles rápidos con peaje construidos en el centro de la autopista 91 donde los cobros son establecidos para asegurar el libre flujo a toda hora y varía de $1,20 a la noche a $9,50 en las horas más utilizadas.
Establecer los precios correctos, no obstante, no resulta suficiente. Precisamos emplear a los precios no solo para disminuir la demanda sino para estimular y financiar la inversión que se necesita. Desafortunadamente, algunos funcionarios públicos y activistas medio ambientales apoyan el establecimiento de precios solamente en la medida en que restrinjan la demanda. Les agradan los ingresos, pero desean que el gobierno gasta el dinero en otras cosas, particularmente el transporte público.
Por ejemplo, el alcalde de Londres Ken Livingstone, introdujo una tasa por circular en esa ciudad a efectos de controlar la congestión (“congestion pricing” es como se conoce a este sistema en inglés) en 2003, pero los ingresos sobrantes están siendo gastados en el transporte público. El alcalde de Nueva York Mayor Michael Bloomberg aboga a favor de un esquema similar.
Pero así como las personas sensibles no alientan a los alcohólicos a regentear una licorería, la sed insaciable por dinero que tienen los gobiernos debería limitar su involucramiento con los fondos generados por la utilización de los caminos. Percatándose de esto, el gobierno sueco planea utilizar los ingresos sobrantes del establecimiento de precios a la congestión en las carreteras de Estocolmo para mejoras en las autopistas.
Muchos critican a la imposición de un precio por el uso de los caminos y al financiamiento y administración privada de ellos como algo injusto para los pobres, pero los precios de mercado pueden ayudar a todos. Los carriles rápidos con peaje de la autopista 91 son utilizados y preferidos por todos los grupos de ingresos, dado que permiten tanto al rico como al pobre por igual cumplir con compromisos urgentes, tales como llegar a tiempo al trabajo o recoger a sus hijos de la guardería.
Además, sí se deja operar al mercado, los beneficios atraerán a inversores deseosos de gastar su dinero para expandir el sistema vial, reduciendo de manera permanente el congestionamiento y mejorando las condiciones para todos.
¿Cuánto más debe empeorar el tráfico antes de que abandonemos nuestro estilo soviético de encarar al transporte por carretera y permitamos que los usuarios obtengan los caminos por los que están dispuestos a pagar? ¿Cuándo aplicaremos a las carreteras los principios del sistema de precios y la inversión en los que confiamos para la electricidad, las telecomunicaciones y otras necesidades?
Traducido por Gabriel Gasave
Gabriel Roth es consultor en materia de transporte y privatizaciones e Investigador Asociado en The Independent Institute, donde se encuentra dirtigiendo un libro sobre los roles del sector privado en la provisión de carreteras.
La opinión de -Ushi- en 1:07 0 opinan
Etiquetas: libre mercado, Transporte
Romper la cadena mental
08 enero 2008Milton Vela. Director de Comunicadores.
Cuenta una fábula, que una persona fue a un circo y vio como un elefante adulto estaba sujeto de una pata con una finísima cadena atada a una débil estaca. Intrigado, se preguntaba porqué el elefante no huía, pues dicha cadena no tenía suficiente consistencia para sujetar su fuerza. La respuesta era muy sencilla: cuando solo era una cría, dicha cadena era demasiado fuerte para que se pudiese liberar. Creció convencido de que nunca podría romper la cadena hasta que su prisión dejó de ser física para convertirse en una prisión mental.
El trabajo que hoy designa la historia a los liberales, es romper la fina cadena mental que nos mantiene prisioneros del pasado.
En el Perú las libertades individuales han desaparecido, la individualidad como insumo esencial de nuestro talento ha sido paulatinamente eliminado, nuestra capacidad de ser los autores de nuestro desarrollo y riqueza ha sido cambiado por la creencia absoluta de que solo las leyes generadas en el congreso podrán traer desarrollo y felicidad a los ciudadanos. Y todo esto trasmitido de generación en generación.
Aún salta a nuestros recuerdos el monótono uniforme escolar único, pasando por el gallardo desfile emulando a los militares patriotas y todo de cumplimento obligatorio en leyes y normas. Nunca permitieron vestir como le gustaba a la mamá o al papá y en el colegio como nos gustaba a nosotros, en esa primera etapa cercenaron nuestra capacidad de diferenciarnos, de ser diferentes.
Cambiar y tener fe en la construcción de un futuro diferente debe ser las líneas de acción de cada uno de nosotros, convencer a muchas personas de que existe una alternativa para el cambio y que mejorar las condiciones de vida y las oportunidad para el éxito, pasan por un gobierno limitado y el entendimiento que salir de la pobreza es una asunto individual en el esfuerzo. Aunado a un gobierno liberal que ampare el desarrollo de un libre mercado, bajo una conducta ética en la gestión pública.
En fin, el reto no solo es cambiar a los políticos, si no cambiar la forma de hacer política en el Perú
La opinión de -Ushi- en 12:39 0 opinan
Etiquetas: Liberalismo
CREDO DEL LIBRE COMERCIO
03 enero 2008creador de la riqueza y del progreso.